lunes, 6 de septiembre de 2010

“La desconfianza” el arma más poderosa del poder mediático

Todos palpamos que en lo social hay un grado muy elevado de indignación, que por más que como individuos aun guardemos la esperanza de cambio, esa indignación y desconfianza masiva hace que sea muy difícil poder justificar esa motivación en nuestro interior. Por lo tanto, día a día nos bloqueamos al sentir que es muy difícil poder luchar contra algo tan grande y externo que incluso nos acecha en todo momento. Lo palpamos y lo vemos masivamente.

Quiero decirles, y no lo tomen a mal, que al fin y al cabo eso no es más ni menos que la desconfianza y la indignación en nosotros mismos.

Nuestra propia impotencia como individuos.

Pensaban que iba a decir que es culpa de los medios de comunicación ¿No?. Bueno, eso es cierto en parte pero la realidad es que el control de nuestras acciones e incluso de lo que decidimos pensar siempre es nuestro. Siempre elegimos nosotros: nos guste o no.

Todos, absolutamente todos, miramos televisión o escuchamos radios y leemos diarios. Y si particularmente uno no hace ninguna de esas cosas (lo cual puede haber alguno que se aísle de todo eso justamente para no infectarse) seguramente hable o interactúe con alguien que sí mire tele, diario, etc. Por lo tanto, los medios nos llegan directa o indirectamente a todos.

¿Pero que hay detrás de los medios?

Detrás de estos (de los mas poderosos y mas influyentes) hay estructuras de poder que actualmente pertenecen a grupos económicos que son mas grandes incluso que lo que hoy llamaríamos empresas nacionales o internacionales. Son Transnacionales. Empresas tan poderosas, corporaciones tan poderosas económicamente que pueden comprarlo todo y así desde su poder económico influir en lo que se transmite ideológicamente a través de los medios que ellos dominan con tal de que se mantenga ese sistema ideológico.

¿Y qué es eso que se transmite ideológicamente?

Justamente es la desconfianza en nuestro entorno. Por supuesto que suceden cosas malas en el país y el mundo, por supuesto que los políticos cometen errores y por supuesto que hay corruptos. Pero el poder de la comunicación es tan poderoso hoy que hace que todo eso se transforme en una estructura de pensamiento, una herramienta masiva (que se hace real cuando se vuelca en los rumores y comentarios de la gente) la cual en vez de generar el cambio para algo mejor termina por estancarlo y hacer cada vez más fuerte eso mismo que nos indigna y así quedar atrapados en esa rueda de desconfianza colectiva que al fin y al cabo es una construcción externa, ajena a nosotros pero que nos molesta y nos bloquea.

Eso básicamente es el resultado de lo que hace externamente el poder de estas Mega-corporaciones que en vez de preocuparse en las personas, su situación y bienestar; se preocupa en ganar dinero para seguir sustentando dichas corporaciones y su ideología del malestar, de la indignación y la desconfianza. Eso es el modelo de la no participación y de solo quejarnos individualmente (porque para estos grupos siempre es mejor que la gente se queje y no haga nada antes que se organice colectivamente para hacer algo diferente).

Es así como se educa para olvidarnos de la historia, para bastardear las palabras, para ver una realidad la cual nos impide mejorar y solo caer así en un malestar social cotidiano.

Básicamente esto es la política: saber lo que existe en verdad y al entender cómo funciona hacer otra cosa mejor. Así es como se logra el cambio. Alejarnos y desconfiar del significado de “Política” es seguir en la desconfianza hacia nosotros mismos y el poder que podemos poseer cada uno.

Porque si la realidad que se construye desde estos medios pretende contarnos algo que no es real entonces está en nosotros construir una realidad que cuente las cosas desde la realidad y eso solo se logra participando entre todos los que estamos cerca, cara a cara y que nos tenemos confianza. Al fin y al cabo la confianza sí existe y está al lado nuestro. Porque yo confío en mi familia y en mis amigos, confío en los amigos de mis amigos y si eso se extiende más y mas llegamos así al barrio en el que vivimos y nos pertenece, eso podemos trasladarlo así a la ciudad y luego al país. Ante esa realidad no hay mentira que pueda contra nuestra realidad.

Es así como gobierna verdaderamente la gente, participando, involucrándose, integrándose en la diversidad de ideas y sobre todo haciendo cosas entre todos aquellos que confiamos. Eso es lo que políticamente se denomina Democracia (El Gobierno del Pueblo)

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El siguiente es un Mapa de Medios en donde se muestran todos los dueños de las corporaciones mediáticas. Se ve tambien lo que es propiedad del estado a comparación de la gran influencia económica de los grupos empresariales.

(haga click en la imagen)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Despersonalización, nuestro peor enemigo

Siempre me refiero a la confianza como lo básico de las relaciones humanas. Un sentimiento que se puede razonar al evidenciar hechos reales y al mismo tiempo se puede sentir en lo psicológico tanto individual como social. Es la clave de la ética y la moral; la satisfacción de estar por el buen camino, es en definitiva, la coherencia de lo que se dice con lo que se hace.

La confianza permite abrir las puertas a proyectos futuros y perdurables, permite una fluida comunicación de entendimiento y fundamentalmente es la base de la política (tomando que la política es la vida misma ya que con cada decisión individual que tomamos hacemos política)

Así como cotidianamente hacemos política como individuo al decidir arrojar un papel en el tacho de basura o dejarlo en la calle, a nivel global una organización decide encargarse de recolectar la basura o no hacerlo.

Sigo con el ejemplo de la vereda pero esto se aplica a todo lo que hacemos. Entonces, en lo cotidiano es un pensamiento individual psicológico, una decisión, la que nos lleva a querer cuidar una vereda y en lo global es un conjunto de pensamientos que se unen y se conjugan así en una ideología la cual se institucionaliza en una organización, o sea, se ordena para poder hacer cosas y lograr resultados más grandes (nuevamente nos referimos a eso como política). Ya sea una empresa o un gobierno, estas son organizaciones que tienen una política para lograr resultados en base a su ideología.

En ambos niveles (individual y general) hay decisión, por lo tanto hay política.

¿Entonces cual es el problema de hoy? ¿Por que se desconfía tanto de la política y porque hay tanto malestar social? Es más, ¿hay malestar social en verdad o en realidad ese malestar es externo y nos termina afectando?

Esto que sigue es clave para entender este problema.

En las relaciones humanas la característica clave que nos determina como humanos es el hecho de poder comunicarnos, poder relacionarnos unos con otros. La comunicación es clave para la política. La comunicación es la que transmite las ideas entre personas. Se ve así que a partir de la comunicación y la comprensión de ideas se lleva a cabo decisiones individuales y en conjunto. En definitiva, la comunicación es el carril por el cual nos relacionamos entre las personas para luego actuar políticamente en la vida.

Relacionando: comunicación, política, psicología y organización (entre otras disciplinas); podemos entender el problema social de hoy, el problema Cultural de nuestra epoca.

Cómo se origina y se arma cada vez más compleja la sensación de la desconfianza totalmente ligada a la despersonalización.

¿Pero que es la despersonalización?

Hay tres tipos de comunicación (en organización se entiende como metodología):

- La personalizada (Cara a cara)
- La impersonal izada (Generalizada)
- La despersonalizada. (Carente de personas, objetos, cosas no pensantes)

La personalización es la primera instancia de relación (de comunicación), la sumamente humana, ya que uno no solo transmite ideas hacia el otro sino que pone su cuerpo junto con el del otro, es decir, son reales ambos y pueden hacer cosas juntos.

Lo impersonal se refiere a algo más generalizado, como lo que sería información a través de un medio o en el caso de un dirigente se refiere a alguien que se comunica hacia una mayoría de forma impersonal (ya que le sería muy difícil hablar con cada uno y conocerlos a todos personalmente) para así transmitirle información e ideas. Pero en esa relación no se pone el cuerpo directamente sino que se hace de forma indirecta. Es abstracto, es decir, que no es directo sino que es imaginario y representa lo que es la confianza generalizada lo cual no deja de ser algo real. Pero es necesario establecer la comunicación personal junto con la impersonal para que se logre una relación solida y de confianza general duradera. Es así como una organización logra el consenso cuando a través de su estructura piramidal se comunica personalmente en los diferentes niveles de responsabilidad para terminar logrando la confianza necesaria de la que todos son parte. Ya que todos participan, se comunican, dialogan y por lo tanto se mantiene esa confianza y hasta incluso se potencia al sentir un resultado integrador donde todos fueron y son parte tanto de la idea como de la acción.

Pero la despersonalización es dañina ya que es el tratamiento de individuos no como personas sino como objetos, es decir, no se pone el cuerpo y por lo tanto no se puede lograr así una comunicación humanizada de sentimientos, de dialogo y de consenso. Es decir, se impone y no se participa. Y justamente hoy la despersonalización es lo que provoca la mayor desconfianza y malestar social. Y no es algo accidental, es una ideología y por ende una metodología instaurada de varias instituciones de la sociedad.

Es muy importante entender esto ya que la “no participación” justamente es debido a que abunda la despersonalización como ideología. Lo que en términos organizativos se denomina “burocracia”. Donde en vez de personas pasamos a ser números, clientes, consumidores, etc.

Simbólicamente es algo sumamente importante ya que hoy la burocracia no es impersonal y mucho menos personal; sino que es despersonalizada, metodológicamente no consulta con las personas cara a cara para luego generalizarlo en algo impersonal que responde a todos sino que es una decisión de unos pocos para crear una realidad que es como la quieren esos pocos.

Es así como hoy la burocracia deshumaniza y por lo tanto es violenta respecto a su metodología de la no participación. Es el sistema que genera desconfianza social y por ende, desconfianza en la política. Eso se traduce en no participar y por lo tanto dejar que siga perpetuándose esa metodología. Que todo siga igual o peor.

Hoy, en la llamada “era de las comunicaciones” no es casualidad que se haga política por los medios de comunicación ya que tecnológicamente son la herramienta más poderosa para transmitir ideología. Se diferencian con el organismo gubernamental en el hecho de que no tienen obligación de gobernar para distribuir en el bienestar de la gente sino que su metodología-política es la de planificar como ganar más dinero. Hoy es algo común en nuestra sociedad pues el dinero es un medio lógico para vivir, el problema esta cuando no se distribuye ni se consulta donde se va a usar ese dinero. Esas son las instituciones monopólicas, porque así como no se distribuye el dinero tampoco se distribuye la comunicación.

Lo que sucede en estos organismos sucede en muchas instituciones de hoy que siguen esta metodología de la despersonalización, de la desconfianza y la no participación. Porque esta metodología sirve para unos pocos y que estos pocos puedan continuar en el poder sin atender a las necesidades de la mayoría. Es una metodología que perpetúa el individualismo, el egocentrismo y la ambición de poder por el poder mismo. Lo que comúnmente conocemos como “corrupción”.

Burocratizarse (sistematizar esa metodología del lucro) es lo que hoy despersonaliza y construye una sociedad desconfiada de sus dirigentes, los que en realidad deberían encargarse de organizar el bienestar social en ves del lucro y/o prestigio privado y personal de poder.

La no participación es permitir que gobiernen por uno sin que a uno le consulten, es no revertir esta metodología antidemocrática y es en definitiva la decisión política de no involucrarse, dejando que otros decidan por uno.

Los problemas de la comunicación son los problemas políticos del mundo y superar la despersonalización es el gran reto de cada uno como individuos sociales.

lunes, 30 de agosto de 2010

Comenzando lo que empezó

Hace tiempo que no me pongo a escribir. Mucho menos pensando en algo periódico como es un blog… y más aún un blog personal.

Se me vienen muchos conceptos por los cuales hasta ahora no me tomé en serio esto. Entre ellos el hecho de decir en vez de hacer. A veces escribir determina un “hacer-escribir” cuando en realidad uno podría estar haciendo otra cosa más productiva como: hablar con alguien querido, conocer alguien nuevo, escuchar música, tocar música, pensar…. o simplemente escuchar el silencio.

(Tomo ejemplos propios ya que es a quien mas a mano tengo :)

Pero los prejuicios nos determinan (no todos, pero si los prejuicios limitantes), nos auto acomplejan y nos bloquean. Uno necesita comunicarse, es algo terapéutico; incluso leer a otros con los que nos podamos identificar. De esa manera buscamos, hablamos, intercambiamos y vivimos.

Por eso siempre la prioridad debe ser buscar y por eso admiro al buscador. Aquel que deja de buscar es muy probable que se pierda en su estancamiento… cómodo, si… pero encerrado. El que busca jamás se pierde ya que su caminar no se limita en un espacio cerrado y por lo tanto nunca se da por vencido. La búsqueda es el objetivo.

Uno va investigando los modos. Incluso puede parecer egocéntrico (algo que sería bueno dialogarlo en su momento) al hacer su propio lugar de expresión (como este blog) donde uno mismo es el centro, el protagonista… eso suena absolutamente egocéntrico… pero ahí es donde uno determina en qué lugar y con qué objetivo decide uno expresarse. Ahí es donde el egocentrismo se puede apartar para lograr algo verdaderamente comunitario.

Una frase del mundo de la música dice “Lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir”. Una gran verdad pues jamás podremos escaparnos de nosotros mismos y por eso llega un momento en el que tendremos que enfrentarnos a nuestros fantasmas.

Y ahí comienzan mis afirmaciones: Lograr el diálogo es lo que nos hace, nos moviliza y nos define como seres humanos.

Es mi objetivo alejarme de las ambigüedades, los dualismos y las antinomias. Ya que estos son extremos, necesarios para entender cómo funcionan los grises entre los negros y blancos de este mundo, pero limitantes si nos definen como la verdad absoluta si queremos profundizar en nuestra búsqueda.

Básicamente escribo por un sentimiento muy profundo de expresar y comunicar-me hacia afuera. El concepto comunicar-me representa un feedback hacia fuera y hacia mí mismo: el objetivo que quiero lograr al escribir en este blog es concientizar-me de que no estamos (estoy) solo/s por más que lo estemos (la primer gran paradoja).

Aunque los objetivos siempre van modificándose, el sentimiento creo que es algo que nos define de forma positiva. Hay una frase muy linda que dice “Aquel que de grande logra lo que soñó (sintió) de pequeño es quien en verdad vive su vida plenamente”. No sé si es textual la frase pero el concepto se entiende.

De chicos soñamos muchas cosas que a medida que nos enfrentamos a varios desafíos, la vida nos hace ver una realidad dura la cual nos guía a dudar… hasta llegamos a dudar de nuestros sueños. Una realidad con responsabilidades y movimientos en falso que pueden costarnos caro. Ahí comenzamos paradójicamente a descreer de esa realidad como una posibilidad de cambio y comenzamos a especular con nuestros pasos para lograr algo que terminamos olvidando en su sentido más profundo del deseo. Olvidamos los fundamentos que nos hacen buscar, soñar y por lo tanto ser libres. Olvidamos nuestra humanidad.

Por eso es tan importante dejar de lado los prejuicios limitantes… ya que cuando aprendamos a escuchar nuevamente “algo que hacíamos de pequeños” podremos volver a soñar, a recordar lo que soñábamos y entonces ahí podremos modificar esta realidad tal como deseábamos.

El idealismo es algo maravilloso si lo entendemos bien, necesita su equilibrio claro está, pero justamente el diálogo y la compañía logran equilibrar el deseo ya que este se hace más grande cuantitativamente y cualitativamente por el simple hecho de que ya no sos un ego (individual), sos más porque son más los que desean aunadamente. Cuando ese deseo unánime se transforma en voluntad, la posibilidad se plasma en el ánimo y por lo tanto la ejecución se hace posible, se hace un hecho de la realidad. La utopía deja de ser utopía para transformarse en algo cercanamente posible.

“Jugando a la vida” tengo el anhelo de que sea algo lúdico de por sí, donde se pueda aprender y crecer (yo soy el primero que quiere aprender de los demás). Es mi anhelo intercambiar en este lugar para lograr un espacio donde nos formemos y entendamos cómo puede ser la realidad. Pensando temas políticos y filosóficos hasta aspectos artísticos y psicológicos que nos preguntamos cómo humanos que somos. Es el objetivo de que nos capacitemos con el fin de confiar en el otro para lograr hacer. Es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Así que me deseo suerte.